COOPERACIÓN

La Cooperación Internacional para el Desarrollo: un reto sindical

    CCOO-A, a través de su Fundación Paz y Solidaridad, pone en marcha esta campaña de sensibilización para la defensa de los derechos laborales y sindicales en los países del Sur, cofinanciada por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

    11/08/2022.
    Cartel Frente al Espejo

    Cartel Frente al Espejo

    La campaña contempla una serie de actuaciones dirigidas a las estructuras sindicales de CCOO-A con el objetivo de informar, sensibilizar y recordar que, a pesar de encontrarnos en un contexto de crisis mundial, hay que seguir luchando contra las dificultades que viven nuestros compañeros y compañeras trabajadoras en el Sur, manteniendo e intensificando las acciones de solidaridad y sensibilizando sobre la importancia del apoyo internacional para luchar contra las violaciones de los derechos laborales más fundamentales.

    “Los trabajadores y trabajadoras se sitúan ahora en primera línea del frente abierto en una guerra disparatada contra la negociación colectiva, los salarios mínimos y la protección social. Estos instrumentos de distribución de la riqueza, fundamentales para reducir las crecientes desigualdades, amenazan la ambición de las grandes corporaciones y de aquellas instituciones y fuerzas políticas que sitúan los negocios por encima de las personas”

    Sharan Burrow (Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional)

    El contexto:

    Para CCOO-A, los derechos laborales definen y deben garantizar unas condiciones mínimas en torno al trabajo que hagan posible un modelo de desarrollo socialmente justo y que proporcione unas condiciones de vida dignas para trabajadores y trabajadoras en todo el mundo. Entendemos que no es posible avanzar hacia un modelo de desarrollo socialmente justo si no son respetados los derechos laborales reconocidos universalmente, en la idea de que es precisamente el mundo del trabajo el que tiene la llave para la erradicación de la pobreza de forma sólida, progresiva y duradera.

    Durante estos últimos años, el propio efecto dominó de la crisis ha reducido la capacidad empresarial empujando a millones de personas al desempleo y multiplicando la cantidad de personas trabajadoras que se encuentran en situación de pobreza.

    En este contexto, los derechos laborales se están viendo progresivamente mermados y sistemáticamente incumplidos en todo el mundo, y las principales consecuencias que está sufriendo el mundo laboral se presentan como uno de los mayores retos con los que se enfrenta el movimiento sindical a nivel mundial:

    • crecientes desigualdades;
    • incremento del desempleo;
    • precarización;
    • deterioro de los derechos laborales;
    • aumento del número de “trabajadores y trabajadoras pobres”;
    • desmantelamiento del estado del bienestar;
    • deslocalizaciones;
    • despidos;
    • privatizaciones de servicios públicos…

    La reivindicación y la lucha contra estos efectos son una prioridad para todas las organizaciones sindicales, sin embargo, la acción sindical se ha convertido en una tarea cada día más peligrosa en muchos países del mundo. Miles de personas son perseguidas cada año, detenidas, heridas y torturadas por reivindicar y defender sus derechos laborales, por asistir a una manifestación o por participar en una huelga.

    Es innegable que los derechos sindicales resultan fundamentales para la defensa del trabajo digno, para la democracia, el crecimiento económico, el desarrollo humano y para un futuro civilizado. Sin embargo, los sindicatos en numerosos países son víctimas de la más severa represión por parte de Gobiernos y empleadores.